La Cruz de Dos de Mayo y Sabogal

Hasta hace dos años, en la fachada de la antigua casa que quedaba justo en la esquina de los jirones Dos de mayo y José Sabogal de Cajamarca, existía una pequeña cruz, allí colocada hace más de cuarenta y ocho años. Quizá pocos cajamarquinos sepan que aquella crucecita que permaneció por largo tiempo en ese lugar fue puesta en recuerdo de quien en vida fue mi tía, Lina Carrasco Vargas, quien sufrió un fatídico accidente de tránsito que acabó con su vida cuando ella apenas tenía cinco años, hecho ocurrido justo en aquella esquina, un 09 de mayo de 1972.
Como familiares de Lina, adoptamos la costumbre de persignarnos al pasar por dicha calle y a veces nos deteníamos frente a ella para elevar una oración al Señor y pedirle por su eterno descanso. Había veces que incluso dejábamos algunas velas encendidas en su memoria.
Con el tiempo fui notando que la costumbre de colocar velas en el repositorio donde descansaba aquella cruz, así como de elevar plegarias, también fue adoptada por parte de algunos paisanos, quienes podían haber conocido o no el misterio de su partida. Recuerdo incluso que a veces algunas personas comentaban que aquella "difuntita" era milagrosa, y motivados por dicha creencia, hasta elevaban peticiones.
En la actualidad la casa de adobe donde yacía aquella cruz ha sido demolida, y pronto será reemplazada por una moderna construcción de material noble, dejando en el olvido aquella cruz que acompañó por tantos años las concurridas calles Dos de mayo y Sabogal.