Las jergas en el Perú

20.03.2020

La jerga sin lugar a dudas forma parte inevitable y hasta necesaria en el bagaje lingüístico de determinados grupos sociales. Según el DLE la jerga tiene propósitos criptográficos, esto es que, los mensajes sean de cabal entendimiento para el grupo que lo usa, y resulte más bien ambiguo y oscuro para los demás. Por lo general la jerga es empleada en el habla cotidiana, sin embargo, en nuestro país, es ampliamente usada en medios de comunicación escritos, específicamente en los denominados "diarios chichas", quienes hacen un uso desmedido y hasta exagerado de ella, incluso utilizando términos groseros, grotescos y hasta irrespetuosos.

Hace algún tiempo capturé en fotografías algunos vocablos que recopilan parte de la jerga popular de nuestro país.

En jerga delincuencial, el verbo quemar suele ser utilizado como sinónimo de matar y en ciertas ocasiones como el acto de perder credibilidad, como en la oración: "Aseguró que la muchacha era virgen, pero se quemó porque eso no era cierto". También tenemos el verbo clavar a veces es usado como sinónimo de disparar o tirar. El verbo abollar, que según el DLE significa producir una depresión en una superficie con un golpe o apretándola, como se aprecia en la oración: "ese automóvil tiene una abolladura debido al accidente de tránsito en el que participó", es usado como sinónimo de agredir físicamente o magullar.

Por su parte, la expresión "dar vuelta" es ampliamente utilizada como sinónimo de matar, asesinar o aniquilar.

Una de las acepciones del verbo serruchar ha sido incorporada en el DLE como el acto de trabajar secretamente en contra del prestigio o la posición de alguien, sin embargo, se ha extendido el significado que hace referencia a quitar la pareja a alguien, como en el ejemplo: "La mejor amiga de Daniela la serruchó con su novio".

La expresión "meter cuchillo" es equiparada a operar o intervenir quirúrgicamente.

La expresión "meter cuchara" tiene el significado de entrometerse en algún asunto.

Por su parte, el verbo mancar ha adquirido popularmente el significado de morir o perecer.

Encontramos también el adjetivo frío, que es utilizado como sustantivo, para hacer referencia a muerto, difunto y más propiamente occiso.

Hay ciertos vocablos que no se encuentran registrados en el DLE, sin embargo, ello no es óbice para que su uso no se haya generalizado. Así tenemos por ejemplo el término jermita, empleado para referirse a la pareja, la enamorada o la novia.

También encontramos la palabra arriola que funge como apellido, pero también es utilizado como adjetivo, que equivale a decir arrecho o excitado.

Por su parte, el término fercho, que no es más que la inversión silábica de la palabra chófer, significa justamente conductor.

Por otro lado, el término chifar es a menudo utilizado como una especie de vulgarismo, para hacer referencia al acto de tener relaciones coitales.

El término canear prácticamente es empleado como un verbo para referirse al acto de encarcelar.

El vocablo michi es empleado como sinónimo de la palabra mierda, y además equivale a decir casi nada, por ejemplo, en la oración: "Todo lo que diga será en vano porque no le cree ni michi".

El verbo moquear que significa echar mocos, también tiene una acepción de lloriquear o sufrir por alguien, sobretodo por temas amorosos.

Jergas que en algunos casos generan mofa o diversión, en otros, morbo y hasta repulsión o desagrado, no obstante, forman parte del habla cotidiana y a veces generalizada en nuestra sociedad.

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