Los experimentos de Facebook
Recordé que hace algunos años, específicamente allá por el 2015, leí un artículo periodístico en el periódico La República en el que el columnista hablaba sobre la influencia que ejerce la red social Facebook en las emociones de las personas y en la toma de decisiones.
Uno de los puntos desarrollados trataba sobre los trabajos que el equipo de científicos de Facebook venía realizando, los que tenían por finalidad conocer cómo somos los humanos, cómo actuados en nuestra vida virtual, así como la forma en cómo nos relacionamos con los demás.
Una de las primeras indagaciones de Marlon Cameron -quien dirigía el equipo de datos de Facebook allá por el 2009- fue que el número de contactos de una persona con una cuenta en dicha red social era de ciento veinte, no obstante, en la práctica solo interactuaba con un promedio de siete a diez personas.
El columnista de la República ya avizoraba las estrategias que Facebook utilizaba y aún lo hace en la actualidad para influir en la gente, en aspectos referidos a políticas, publicidad y hasta en causas altruistas. Una de ellas fue la creación de un botón en la plataforma de la red social para incentivar las donaciones en los Estados Unidos. Otra estrategia que se implementó buscaba incentivar que la gente acuda a votar; para esto, en sus perfiles les mostraban información de cuáles de sus amigos (contactos) ya lo habían hecho.
Otras de la herramienta que Facebook viene utilizando para provocar emociones en las personas y contagiarlas masivamente es la publicidad dirigida que aparece en los muros de sus usuarios. Así si las interacciones más frecuentes de los usuarios versan sobre contenidos relacionados a la cocina, le aparecerá cada vez más contenido relacionado a ello a través de publicidad y noticias, por ejemplo, variando el contenido dependiendo de las interacciones o preferencias de los usuarios en diversos temas.
Esta herramienta implementada por la red social tiene estrecha relación con la ilusión de la frecuencia, una estrategia de marketing que consiste en avasallar de publicidad a los consumidores para motivarlos a adquirir determinados productos o servicios; el truco está en copar la mente del consumidor de forma frecuente mostrándole las supuestas bondades del producto o servicio para que en algún momento decida adquirirlo.
Como se advierte, de alguna forma, tales estrategias están orientadas a manipular a los usuarios, y no es menos cierto que su implementación forma parte de un conjunto de experimentos sociales que los afectan de manera considerable, todo ello realizado en el marco de la denominada ciencia de la interacción social.
Facebook conoce la información personal de los usuarios y la estudia de forma constante. Sus equipos técnicos que trabajan en ello tienen claro que la finalidad es saber cómo conectar mejor a los anunciantes con los usuarios y tal parecer que su finalidad principal es lucrativa.
Seguramente muchos de nosotros ni siquiera hemos advertido toda esta gama de experimentos sociales que se desarrollan en la red de Facebook en los que somos una suerte de "ratas de laboratorio", pero es importante tomar conciencia al respecto para conseguir que nuestras interacciones en la red, así como nuestras decisiones sean libres, y no objeto de manipulación.