Ni sus "poñas"
Recuerdo ciertos episodios de mi vida en los cuales mi madre mencionaba la palabra "poñas". No fue sino hasta hace un par de años que, al revisar bibliografía cajamarquina, supe que dicha palabra se trataba de un cajachismo.
Cuando uno es niño sabe cuándo sus acciones se convierten en travesuras y al igual que muchos niños, no escatimé ningún esfuerzo en salir bien librado de las majas que nuestros padres se disponían a darnos cuando las cometíamos.
En algunas ocasiones, cuando mi hermana hacía alguna travesura, ella literalmente desaparecía del mapa pues ya sabía que mi madre seguramente ya estaría enterada del desmadre, quien, en tanto intento de ubicarla para poder reprenderla, me miraba y solía decir: "has visto a tu hermana... no hay ni sus poñas", en clara referencia a que efectivamente mi hermana no había dejado vestigio alguno respecto de su paradero, ello para escapar de la reprimenda.
Evoco con alegría aquellos episodios de mi infancia y niñez.