Revolucionarios cajabambinos

En el cementerio general de la ciudad de Cajabamba existe una lápida construida
en conmemoración a los treinta y tres cajabambinos apristas que perdieron la
vida en la toma de la ciudad realizada en 1932 contra el entonces gobierno de
turno presidido por Sánchez Cerro, ello en el marco de la fallida "revolución de
Trujillo", que tuvo réplicas no solo en Cajabamba, sino también en Huaraz y
Huari. Los revolucionarios apristas denunciaron fraude electoral en las elecciones
presidenciales acaecidas un año antes (1931) en las que candidateó Víctor Raúl
Haya de la Torre ocupando el segundo lugar.
El cajabambino Genaro Ledesma Izquieta, en su libro "El Parto de Gloriabamba" rinde
homenaje a tales revolucionarios y narra la forma en que un día de julio de 1932
estos fueron victimados en la plaza central de la ciudad, luego que las fuerzas
militares del gobierno de turno recuperaran el mando de la ciudad y los redujeran.
Cajabamba recuerda a sus revolucionarios apristas como gente luchadora que protestó contra la presunta podredumbre política que involucraba al gobierno; una historia, como otras, tan repetida en la vida republicana de nuestro país.