Sobre latinismos y extranjerismos

07.06.2017

Cuando utilizamos palabras de lenguas foráneas (extranjerismos) o latinismos crudos, debemos redactarlos en cursivas (o entre comillas) y sin acento gráfico. Esta regla es dispuesta por la última edición de la Ortografía de la Lengua Española (2010). Así por ejemplo, estará mal escrita la palabra: "ánimus"; por el contrario, deberá escribirse así: "animus". Esto es así por cuanto el sistema latín carece de tildes.

No olvidemos que los latinismos crudos son aquellas palabras tomadas del latín original y que en algunas ocasiones las utilizamos en nuestro lenguaje, no obstante no estar recogidas en el Diccionario de la Lengua Española (DLE). El uso de latinismos crudos en nuestra habla abunda, sobretodo en el ámbito jurídico, por ejemplo las palabras "habeas", "strictu sensu", "sui generis", "modus vivendi", "modus operandi", etc.

Distinto es el caso cuando se trata de latinismos que han sido adaptados o incorporados a la lengua española, los cuales están reconocidos en el DLE. Tenemos por ejemplo: "currículum", "hábitat", "referéndum", "superávit", "réquiem", etc. Como se advierte, estos últimos ya adaptados con naturalidad al español, sí llevan tilde.

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