Un triste tópico
He prometido ya no ver las noticias matutinas de los canales de televisión nacional. ¿La razón? Me resulta deprimente escuchar continuamente a algunos seudoperiodistas quienes creen tener mayor conocimiento de las leyes penales que los propios abogados y debido a dichas ínfulas despotrican exagerada y desproporcionadamente contra los operadores de justicia, sin embargo, lo hacen con inexistente o casi nulo conocimiento de las leyes penales y procesales penales que imperan en nuestro país.
Una mañana después de levantarme, como en la regularidad de los días, encendí el televisor para escuchar las noticias. El canal que elegí fue Latina. No es extraño advertir que a diario se reportan homicidios, violaciones, accidentes de tránsito, entre otros eventos de connotación penal. No obstante, recuerdo que, en un momento del noticiero, se reportó una nota que tenía que ver con un presunto caso de violación sexual en agravio de una mujer. Según la noticia, la mujer, al ser entrevista señaló haber sido dopada por parte de un sujeto a quien contactó por un tema de negocios y luego la llevó hacia su habitación para aprovecharse sexualmente de ella. No pretendo otorgar descrédito a los hechos que asevera la agraviada, pues desde todo punto de vista, el aprovechamiento carnal de una mujer cuando no media un libre consentimiento es absolutamente repudiable. No obstante, traigo a colación lo siguiente: al finalizar la nota, oportunidad en que los conductores del noticiero efectuaron sus comentarios, la periodista de nombre Lorena Álvarez profirió la siguiente frase: "Yo como mujer le creo".
Reflexioné durante el transcurso del día sobre aquella expresión y reparé que se trata de un tópico incorrecto. Si bien es usado de forma frecuente en pro de la lucha frontal contra la violencia hacia la mujer, debemos considerar que no es apropiado asumir fehacientemente que todo lo dicho por alguna mujer per se es cierto. Si utilizáramos el tópico "yo como mujer le creo" para otorgar credibilidad a lo dicho por una mujer tendríamos -sin duda- un argumento endeble.
Soy consciente que en nuestros días resulta apremiante la defensa de los derechos de las mujeres y que se debe fortalecer la lucha contra la violencia hacia ellas, sin embargo, debemos hacerlo correctamente y con prolijidad, y no haciendo uso de tópicos errados.